Empieza por separar dispositivos de trabajo de invitados y domótica. Aplica listas de control sencillas, desactiva servicios innecesarios y usa DNS filtrado. Para sedes múltiples, considera túneles seguros o SD‑WAN administrado. Documenta cambios y guarda respaldos de configuración para recuperar equipos tras fallas o reemplazos.
Asegura consolas con multifactor, revisa permisos por proyecto y activa registros. Cierra puertos expuestos, rota claves y aplica plantillas seguras del proveedor. Etiqueta recursos por entorno y coste. Monitorea gastos anómalos, que suelen revelar errores de configuración con impacto tanto económico como de riesgo.
Define umbrales de alerta, canales de escalamiento y acciones de contención para correo, endpoints y nube. Documenta decisiones frecuentes como desactivar cuentas, aislar equipos o bloquear dominios. Cronometra simulacros trimestrales y registra aprendizajes, reduciendo el tiempo desde la sospecha hasta la contención efectiva.
Establece mensajes preaprobados, responsables de vocería y criterios de notificación a clientes, autoridades y socios. Conserva evidencias con cadena de custodia básica. Un tablero con contactos, plazos regulatorios y estados evita improvisaciones, reduce estrés y disminuye el riesgo de omisiones costosas durante momentos delicados.
Después de cada incidente, realiza un análisis sin culpas para aprender. Identifica causas raíz, arregla procesos y actualiza controles. Comparte conclusiones con toda la empresa y convierte hallazgos en cambios visibles, reforzando confianza, transparencia y madurez sin discursos grandilocuentes ni documentos que nadie lee.
Envía cápsulas mensuales de cinco minutos con un consejo, una historia y una acción concreta. Alterna formatos: video, correo y mini‑retos. Invita a responder con dudas y premia reportes útiles. Mide clics, mejoras y reportes para ajustar contenidos según impacto real observado.
Un empleado encontró un USB en recepción y, gracias al entrenamiento, lo entregó sin conectarlo. Evitamos un ataque con malware que buscaba cifrar archivos de contabilidad. Comparte relatos breves como este para hacer tangibles los riesgos y reforzar conductas correctas, sin dramatismos innecesarios.
Más allá del clic en phishing, mide tiempos de reporte, participación en simulacros y uso de canales de ayuda. Publica avances mensuales, agradece públicamente y solicita sugerencias. Invita a suscribirse al boletín interno y al canal de alertas para mantener a todos informados y preparados.